El único detenido por el crimen de los adolescentes Paloma y Josué se negó a declarar en los Tribunales Penales Descentralizados de Florencio Varela. El sospechoso, un comerciante de un lubricentro de Río Negro, fue aprehendido después de que se encontró que portaba el celular de uno de los chicos asesinados. Los investigadores siguen explorando dos hipótesis sobre el origen del celular.
La autopsia reveló que Paloma y Josué murieron por traumatismo de cráneo, causado por golpes con una piedra en la cabeza. El detenido asegura haber comprado el teléfono usado y que lo llevó a reparar a un lugar clandestino. La investigación sigue en curso para esclarecer los detalles del crimen y determinar la participación del detenido.