El lunes 6 se le impuso el nombre de María Irene Gavaldá a la calle 303, quien fue vecina de Ranelagh y fue detenida en diciembre de 1.977 por la dictadura cívico-militar. Participaron del homenaje sus 4 hijos y toda la familia de Irene. También participaron el intendente Juan José Mussi, el secretario de salud Pablo Costa y el profesor Oscar Almirón del colegio Nuestra Señora.
“Hoy estamos acá recordando a Irene, la suma de estás actividades me llevo a descubrir de nuevo lo que es hacer memoria.
Lo que hacemos hoy de imponer el nombre de Irene va a generar nueva historia, porque la memoria no es pasado, es una memoria que va fermentando todo el tiempo, crece con cada marca que ponemos, con cada lugar donde escribimos el nombre de Irene y de cada uno de los 30.000, esa es la fuerza que nos hace seguir luchando”, expresó Mariana Mogilner Gavaldá, hija de Irene.
ACERCA DE LA VIDA DE MARÍA IRENE
María Irene Gavaldá fue una joven berazateguense que nació en agosto de 1.950 y durante su juventud, comenzó su militancia política dentro de la universidad.
Para 1.976 debido a la dictadura civico-militar que azotaba nuestro país su familia decide mudarse a Córdoba para rehacer su vida allí. Sin embargo el 5 de diciembre de 1.977 fue interceptada en el barrio Guiñazu donde fue trasladada al centro de detención clandestina la Perla.
Allí permaneció desaparecida y hasta el día de hoy su cuerpo nunca fue encontrado. Era madre de cuatro hijos, le entregaron a sus abuelos maternos solo tres hijos, y días más tarde le entregaron a la otra beba (se la habían llevado porque estaba enferma).
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