Un caso impactante se vivió en la provincia de Santa Cruz, específicamente en Caleta Olivia, donde un bebé prematuro llamado Ángel fue declarado muerto por el personal médico del hospital local. Sin embargo, horas más tarde, su abuela lo encontró vivo en la morgue del establecimiento.
El bebé nació con solo siete meses de gestación y fue derivado al hospital de Caleta Olivia debido a complicaciones al nacer. Tras sufrir un paro cardíaco, los médicos informaron a la familia que el pequeño había fallecido. Pero la abuela de Ángel descubrió que el bebé seguía respirando y lloraba entre sus brazos cuando fue a despedirse en la morgue.
La familia reaccionó de inmediato y logró que Ángel fuera trasladado nuevamente al área de neonatología del hospital, donde permanece internado en estado delicado y con pronóstico reservado. El hospital está bajo la lupa y la familia solicita colaboración para cubrir los gastos médicos y de traslado. El caso ha generado conmoción y repudio en las redes sociales.