Fue cuando regresaba a su casa tras cumplir servicio y fue interceptado en el cruce de las calles 59 y 163. A pesar del feroz tiroteo, no hubo heridos, y los malhechores se dieron a la fuga.
El episodio quedó registrado en las filmaciones de seguridad y se llega a observar cuando los culpables lo identifican como agente, disparan y salen corriendo, mientras que tras el suceso no se reportaron heridos y tampoco hubo detenidos.
Se trata de un nuevo hecho de inseguridad en Berazategui que en esta ocasión tuvo como víctima a un uniformado y del cual de milagro no hubo muertos. Este tipo de ilícitos se vienen replicando con frecuencia en toda el área metropolitana y los responsables atacan sin distinguir a sus objetivos. Pero en esta oportunidad, la suerte les jugó una mala pasada y las autoridades policiales los buscan incansablemente para poder ponerlos a disposición de la Justicia.
Ocurrió cuando un agente de la Comisaría Cuarta de Hudson retornaba a su domicilio tras haber cumplido con su jornada laboral. Todo marchaba con normalidad, hasta que llegó a la intersección de las calles 59 y 163. Allí, en medio de la oscuridad de la noche, cuatro malvivientes escondidos en una garita salieron al cruce y se tiraron arriba de su rodado a punta de pistola. La víctima frenó de golpe y sin dudarlo bajó con su arma reglamentaria.
Los ladrones se sorprendieron y, al entender que era un policía, dispararon a quemarropa y dieron inicio a un feroz tiroteo que se replicó por unos segundos. Una bala impactó en el parabrisas, mientras que otra se incrustó en el guardabarros trasero izquierdo. En sintonía, los responsables se dieron a la fuga a pie y se escabulleron por el barrio. Lamentablemente, no pudieron dar con su paradero y son intensamente buscados por las autoridades judiciales.
El agente repelió al ataque y también tiró, aunque se desconoce si hirió a algún ladrón. En los hospitales cercanos no se reportaron ingresos por heridos de bala y en las filmaciones de las cámaras de vigilancia no se alcanza a divisar si alguno de los criminales llega a caer. Tampoco hubo restos de sangre en la zona. El caso quedó en manos de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) número 4 del Departamento Judicial de Quilmes