Hace 69 años pasaba a la inmortalidad nuestra abanderada y jefa espiritual, la que nos enseñó a convertir el dolor en lucha, trabajando siempre con amor y convicción por los últimos de la fila, quienes hoy la recordamos transformando cada necesidad en derecho.
Fue gracias a ella que aprendimos que hay orgullo en la humildad y que nadie jamás puede volver a arrebatarnos nuestra dignidad, ni las reivindicaciones que construimos a lo largo de estas décadas llevando su nombre como bandera.
Nos enseñó que nadie nos va a regalar nada y que esos derechos tenemos que salir a pelearlos en las calles, esas mismas que hoy vamos a inundar de antorchas para homenajearla en la marcha más grande de la que Berazategui tenga memoria.
(Por Matías Aguirre referente del Movimiento Evita en Berazategui).
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