La ejemplar historia de Karina Dotto que preside la ONG “Caballos de Quilmes” relata el flajelo de los animales usados para tracción a sangre.
Karina Dotto es la presidenta de la ONG Caballos de Quilmes que se encarga de rescatar y darle una mejor calidad de vida a los caballos que son usados en carros para tracción a sangre. La tracción a sangre es un flagelo que lleva décadas en nuestro país y es lamentable el estado en que tienen los caballos atados a los carros. Acá llegan muy mal, con un hilo de vida, se hacen los tratamientos indicados, algunos lo logran y muchos no”, contó en charla con América Noticias.
La ONG tiene actualmente 120 caballos y fueron recuperados ante la intervención de la Justicia por denuncias de maltrato animal: “Hoy en día tenemos 120 caballos. Todos caballos con causas judiciales por maltrato animal. Vas a encontrar caballos que son muy ariscos porque sienten al hombre como un enemigo”.
“Casi la totalidad de los caballos de carros sufren ceguera por los golpes que le pegan”, explica la responsable de la ONG que tiene como lema en su página de Instagram la frase: “Hasta que el último caballo sea desatado del carro”.
Y finalizó en el informe realizado por Gabriel Prósperi: “Hay formas y herramientas para utilizar y en el momento que los conozcan no van a poder lastimarlos”.
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