En la mañana del miércoles 3, un grupo de padres llevaron a sus hijos a vacunarse contra el COVID-19 en la posta de vacunación de ATE ubicado en la calle 148 entre 9 y 10. Además de los retrasos de horario, los padres se encontraron con el centro repleto de agua en su interior y dos roedores entre las botellas que les suelen dar a los vacunados.
Jimena, una de las madres que acompaño a su hija en el día de hoy, hablo con La Misión Informa y dijo:
“Siendo todos menores, quienes iban a ser vacunados, no dejaban ingresar a los adultos responsables como acompañantes.”
Los padres que estaban en el lugar decidieron que sus hijos se vacunen de igual manera por miedo a no recibir otro turno en un largo tiempo. Los menores debieron vacunarse en estas condiciones y sin el acompañamiento de sus adultos responsables. Quienes estaban afuera escucharon gritos de niños provocados por el susto de que se encontraron con dos roedores, de tamaño considerado, caminando entre los vacunados y los elementos del vacunatorio.
“Me decían que en las botellas suelen quedar heces de ratas, que los insumos con los que vacunan quedan en un lugar sucio, donde si llueve se llena de agua y todo se moja.”
Jimena
Comments are closed.