DIA DE LA CONSERVACION DEL SUELO

Desde 1963, cada 7 de julio se conmemora el Día Internacional de la Conservación del Suelo, en homenaje al estadounidense Hugh Hammond Bennett a quien a quien se lo considera el padre de la conservación del suelo.

A su vez, la FAO, desde 2014, celebra el Día Mundial del Suelo (WSD) el 5 de diciembre en coincidencia con la fecha de nacimiento del Rey de Tailandia Bhumibol Adulyadej, monarca fallecido en 2016 y uno de los grandes promotores de esta idea.

Pero en realidad sus orígenes se remontan a 2002 debido al impulso de la Unión Internacional de Ciencias del Suelo (IUSS), la cual propuso este evento en el marco de la Alianza Mundial por el Suelo, un foro colaborativo surgido ante la necesidad de compartir experiencias sostenibles para recuperar un suelo que pensábamos era un recurso infinito.

Muchas fechas y poca acción. Hoy en nuestro país, el 75 por ciento del territorio está sujeto a procesos erosivos causados por las actividades agrícolas, ganaderas y forestales, fundamentalmente. A medida que aumenta la degradación de las tierras, también se degrada la calidad de vida de quienes la habitamos.

El suelo es un sistema que vive cambiando constantemente, lo que le transforma en un recurso altamente complejo. No solo sirve como soporte para todas las formas de vida, como las plantas y animales, sino que además sirve de sustrato para el crecimiento de la vegetación, garantizando los nutrientes necesarios para todas las especies.

Estas fechas, que se recuerdan uno o dos veces al año, son solo para el calendario. Son muchos los ejemplos de deforestación, desaparición de humedales en distintas regiones del país, entre ellas la nuestra.

En estos días hemos podido enterarnos que entre gallos y medianoche y pese a la devastación por el fuego en el Ibera (Corrientes) y en el Delta (E.R y Bs As) que consumieron millones de has de aéreas naturales, el Estado avanza con un plan de obras públicas para la “desecación” de un gran humedal en el norte del país, poco conocido para el público y de gran importancia biológica y ecológica. Se trata de “Los Bajos submeridionales” un área de bañados, lagunas, esteros, pastizales y bosques de quebracho de 5.400.000 has, ubicada en el norte de Santa Fe, Sur del Chaco y sudeste de Santiago del Estero.

La región posee una enorme riqueza biológica /faunística y botánica: bosques de quebrachos y chañares, palmares, extensos pastizales, espartillo y la flora asociada a las lagunas. Es refugio de mucha fauna amenazada: Aguará Guazú, Venado de las Pampas, Oso Hormiguero Gigante, Águila Coronada, Cardenal Amarillo.

‼️ Sin dudas son coherentes, te distraen con celebraciones y avanzan con la degradación territorial. Es una constante.


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