El pasado viernes, la aterradora realidad de un geriátrico clandestino quilmeño salió a la luz gracias a una ardua investigación policial. Con condiciones de hacinamiento y falta de higiene, los adultos mayores estaban expuestos al abuso.
Un equipo interdisciplinario trabajó en conjunto para rescatar a los 25 ancianos. La entrevista con los pacientes dejó sin duda que el geriátrico era un infierno. El magistrado ordenó la clausura del lugar y los pacientes fueron reubicados en asilos de alta calidad.
El abuso de ancianos en Quilmes no será tolerado. La minuciosa indagación y la averiguación de los hechos, no solo llevó al descubrimiento y cierre del geriátrico, sino que también brinda una advertencia a aquellos que piensan que pueden abusar de los adultos mayores.